Una propuesta del profesor Jesús Tramullas (http://tramullas.com) cambió el escenario al que estábamos habituados en las anteriores Jornadas de Bibliotecas de Salud. Un escalofrío recorrió los espinazos de algunos de nosotros, sobre todo de aquellos que íbamos a participar con alguna comunicación y que, con el bianual miedo escénico, acostumbrábamos a parapetarnos detrás de la mesa de debate cual trinchera.
La habitual mesa de sesión de debate y comunicaciones libre era sustituida por un set de butacas y sofás.
La primera reacción por mi parte fue de rechazo e inseguridad.
Ante “esto es lo que hay” se sumó la aparatosa colocación del micrófono manos libres que aumentaba mis pulsaciones. Algunas, buscando falsas protecciones de última hora, sustituimos en nuestra indumentaria la falda por el pantalón… Pero, a pesar de todo, la experiencia no fue tan mala.
Gracias a la última sesión de debate Comunicación social en biomedicina: calma y necesidad, en la que los ponentes pasaron del sofá al suelo, comprendí que el saloncito era el medio para atreverse a compartir y a cambiar de actitud. Fue la sesión que generó más debate y más confianza. Me quedo con varias ideas expuestas desde el suelo (cuanto más lo pienso más me gusta): el grupo capaz de generar poder, cambiar los hábitos corporativos, compartir contenidos, utilizar sin miedo las herramientas 2.0 tanto para el aprendizaje individual como colectivo, ser capaces de innovar y que no nos importe equivocarnos.
A lo mejor, esta última sesión de debate debería haber sido la primera y a muchos se nos habría escuchado en un mayor número de ocasiones.
Por Eulàlia Grifol (Biblioteca del Hospital Universitario Fundación Alcorcón)
Esto no es la biblioteca de Alejandría 
Querida Eulalia, en primer lugar, personalmente, gracias por ir, gracias por estar y gracias por pasar el trago del saloncito… ya te lo habrán dicho pero, a la vista del video, lo superas perfectamente y de las pulsaciones que comentas, ni rastro…
Profesionalmente, y relacionado con el tema de nuestra comunicación, hoy me ha llamado la atención un post de
Universo abierto sobre una inciativa realizada en la Universidad de Albany que va muy en la línea de lo que pretendíamos transmitir… ¿bibliotecario con chocolate con churros? why not?
Eso, ¿por qué no? A pesar de ser ámbitos administrativos y geográficos distintos con una casuística compleja, he leído el «post» y me ha parecido una idea muy innovadora. Ya lo decíamos en las conclusiones: materiales novedosos, habilidades pedagógicas y sobre el uso de las herramientas de la web social, visibilidad, marketing… «allí donde estén». Ah, y gracias a tí por hacer el trabajo conmigo. ¡Te eché de menos en Cadiz! y algunos me preguntaron por tu ausencia. ¡Qué lo sepas!